Manifiesto 1 de septiembre 2011

1º de septiembre contra “La Mafia” y Calderón: Avancemos por el camino proletario hacia la revolución

¡¡No más sangre!!

¡¡Abajo el gobierno fascista… que la crisis la paguen los ricos!!

¡¡Sólo el pueblo salva al pueblo… ahora es por la revolución proletaria!!

¡¡Gobierno provisional revolucionario de obreros y campesinos pobres!!

¡¡Asamblea Nacional Constituyente Democrática Proletaria y Popular!!

¡¡A construir los cimientos del poder soviético del proletariado y los pueblos de México!!

La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases.

Un día mueren 53 personas en una brutal masacre, consecuencia de las disputas y corruptelas del narco y las autoridades, producto de una guerra desatada por el gobierno de Calderón; dos días después, los pilotos de las Fuerzas Armadas hacen un espectáculo de circo, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) presume asistieron 132 mil espectadores.

Después del atentado del casino Royale se enviaron 3 mil agentes y militares a Monterrey para taparle el ojo al macho. Horas después, se informa de cierres de casinos por todo el país, que con los gobiernos del PAN fueron legalizados. Una serie de acontecimientos y reacciones que hacen más evidente lo evidente: Calderón es un fascista, las autoridades de todos los niveles están coludidas hasta el tuétano con el crimen organizado, las fuerzas armadas sólo sirven para dos cosas en la actualidad: matar niños, mujeres y hombres inocentes incluidos estudiantes -hijos de poetas o no-, así como actos circenses aeronáuticos de calado holliwoodense. Por lo demás son colaboracionistas con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA), el Buró Federal de Investigación (FBI) y gobiernos enemigos del pueblo trabajador.

Este ha sido y es el descarado y criminal trabajo sucio de Calderón en favor del sector “lumpen-oligárquico” más reaccionario, más terrorista, más sanguinario contra la clase obrera y los pueblos de México… imponer el terrorismo de estado fascista.

La burguesía en México, por el desarrollo de las fuerzas productivas, por la gravedad de la crisis general del capitalismo, por sus propias contradicciones inter-burguesas y por el desarrollo de la lucha de clases del proletariado y los pueblos de México, ha llegado al grado tal en que ya no se le hace difícil, sino imposible, seguir gobernando con los “viejos métodos” de la dictadura democrática liberal y avanza hacia la imposición brutal de la dictadura fascista con o sin elecciones.

Este ha sido el camino recorrido a lo largo de cerca de por lo menos 50 años contra médicos, ferrocarrileros, maestros, telefonistas, electricistas, campesinos, colonos, estudiantes, indígenas, contra la voluntad popular en los procesos electorales, contra las insurrecciones populares, etc. Y ahora, en apenas 2 sexenios del Partido Acción Nacional (PAN), esta necesidad del fascismo para “La Mafia”, es decir para un puñado de oligarcas, se está convirtiendo en el pan de cada día.

Ese es el contenido material de todas y cada una de la reformas estructurales, de la política fiscal y el gasto público, de la deuda pública y la deuda privada, de las reformas a la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), de la reversión de propiedad de la nación de petróleo, electricidad, gas, espacio radioeléctrico, bancos, telefonía, medios masivos de comunicación, agua, bosques, minas, etc., de políticas anti-proletarias contra el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), mineros, maestros, etc., anti-campesinas y anti-indígenas contra las Juntas de Buen Gobierno, la Policía Comunitaria, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), el CECOP, las milicias de Cherán, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), el Consejo General de Huelga (CGH) en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), etc. Políticas anti-estudiantiles con el crecimiento estratosférico de estudiantes rechazados y la criminalización de su protesta, anti-mujeres por el crecimiento de su discriminación y el crecimiento de los feminicidios.

A esta lógica responde el crecimiento estratosférico del presupuesto para seguridad pública, el crecimiento de efectivos policiacos y militares e infraestructura y logística a su servicio; a ello responde, sin lugar a dudas, “la guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado”. Los terroristas son pues Calderón y “La Mafia”, Calderón y la oligarquía financiera.

Con su táctica y estrategia de terrorismo de Estado fascista, la oligarquía pretende desunir y desorganizar al proletariado y los pueblos de México. Aparentemente nos golpea a cada quien por separado, para que cada quien por separado responda y sea más fácil vencerlo, convencerlo, reprimirlo y/o aplastarlo.

Por eso nuestra táctica y nuestra estrategia deben ser:

 ¡¡Ni una lucha aislada más!!

¡¡Frente único y comando unitario de todo el pueblo, ya!!

¡¡Ahora es por la revolución proletaria!!

 Así, con la miseria, la profunda miseria que vive un pueblo, con la juventud destinada a la vagancia y el crimen, la miseria que destina a las nuevas generaciones a la prostitución y el hurto, que convierte a los ancianos en fuerza de trabajo casi gratuita al servicio de los grandes consorcios comerciales, se expresa en la violencia más brutal y descarnada, una guerra sin sentido, expresión de la crisis internacional del capitalismo y de la absoluta putrefacción del régimen burgués y su sociedad.

La solución a estos grandes problemas no puede venir del régimen que los ha creado, así como la solución a la explotación no puede venir de los explotadores. Toca a los pueblos del mundo levantar la voz, organizarse y dar la pelea. El único camino es usar todas las formas de lucha que preparen la insurrección general del pueblo por la revolución socialista proletaria.

Ya han dado pasos importantes, el proletariado y los pueblos del Norte de África, los jóvenes chilenos, el proletariado y los pueblos de Grecia, Francia, España, Portugal, Inglaterra, Italia, Corea del Sur, Honduras, India, Turquía, Nepal, Estados Unidos, y en todo el mundo, se ha mostrado la fuerza de las masas en las calles, la poderosa fuerza material que significa el poder soberano de la huelga política general. Nunca dejaremos de insistir en la demostración de insurrección, movilización, democracia popular y proletaria del pueblo oaxaqueño en el 2006. La única vía es organizar desde abajo el poder de los trabajadores del campo y de la ciudad, acumular la fuerza necesaria para derrocar el actual poder y transformar de raíz la actual situación.

 ¿Podemos triunfar en la confrontación directa contra el régimen?

Hay que voltear al Puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, y ver la gloriosa victoria del proletariado de la Siderúrgica Lázaro Cárdenas Las Truchas (SICARTSA) y sus familias, haciendo morder el polvo a las fuerzas policiacas y militares combinadas que les mandaron los gobiernos del PAN y del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

No todo es narcotráfico, familias y templarios. Los puertos y las praderas, los montes, las ciudades y sobre todo la experiencia del pueblo trabajador, contienen un espíritu de lucha que se ha hecho notar en el pueblo de Cherán. Son experiencias vivas de nuestra clase y nuestro pueblo las que trazan el camino. Ésa, es la lección del levantamiento zapatista y de todo levantamiento militar por el cambio a favor de los pueblos, de la lucha del FPDT, de la Policía Comunitaria, de la huelga del CGH, del poder de la APPO. Incluso de las posibilidades del desarrollo de una táctica electoral revolucionaria proletaria, como la desarrollaron Marx, Engels, Lenin y Stalin y la I Internacional y la Internacional Comunista.

En el Congreso Social hacia un Nuevo Constituyente hemos alcanzado importantes acuerdos. Ponerlos en marcha depende, y de nadie más, de los 621 participantes y sus organizaciones en los 16 estados del país donde se tiene presencia. Una de las tareas centrales es la movilización del 1º de septiembre, movilización que ha alcanzado ya proporciones nacionales y una gran trascendencia, toda vez que se da en un contexto de absoluta ingobernabilidad, desamparo y violencia institucional y criminal, como corolarios de la crisis económica, la depauperación del pueblo y los trabajadores.

Si el fascismo es el terror organizado de la oligarquía financiera contra el trabajo, no nos debe quedar la menor duda que, las reformas estructurales, las tres que se proponen actualmente, la reforma política, la reforma laboral y la reforma de seguridad nacional, son un trípode del fascismo del siglo XXI que repite con fórmulas muy similares las barbaridades de los fascistas del pasado.

La única alternativa que se presenta es la movilización con perspectiva revolucionaria. Si en Bolivia la privatización total del agua obligaba a la revolución del agua de Cochabamba, la privatización de la sangre del régimen calderonista debe movernos a perspectivas muy superiores. Se privatiza la sangre porque la muerte ronda por todos lados, para solucionarlo se impone un régimen militar, militares que azotan al pueblo con violencia y que ellos mismos son azotados por sus superiores coludidos con el narco. Para ellos, la única solución son más soldados, más armas, más vigilancia y, al final, la disolución de los derechos y las libertades democráticas, en un régimen de dictador absoluto en defensa de los grandes monopolios y la sangre de un pueblo al que ni siquiera se le ha permitido derramar su sangre en la lucha por la liberación, pues la muerte los puede sorprender en el supermercado, la plaza, la carretera, la escuela, el casino, la marcha, dentro de su casa, en el kinder, camino al trabajo, en su despacho, en la investigación, escribiendo un libro o poema, en una fiesta, en un Grito de la Independencia, etc., es decir en cualquier espacio de la vida económica, política, social y cultural.

La única salida hoy, más que nunca, es el gobierno de los trabajadores, la nueva constituyente y la nueva constitución, una nueva legalidad y una nueva política que privilegie las necesidades de las masas por encima de ganancias privadas e indicadores macroeconómicos. El camino es la recuperación de la soberanía alimentaria, de la seguridad impuesta por la organización y la vigilancia de la comunidad armada contra el crimen, pero sobre todo armada contra el régimen de hambre de los gobiernos podridos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el PAN y el PRD.

¡Ya basta! Dijeron los zapatistas, ¡Estamos hasta la madre! Dijo el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, ¡Ahora es por la revolución proletaria! Dicen los proletarios y los comunistas, convencidos de la necesaria revolución proletaria para alcanzar la verdadera paz.

 La gran movilización del 1º de septiembre

El 1º de septiembre dibuja los contornos de revolución y lucha callejera, requerimos rechazar tajantemente las reformas fascistas, rechazar y señalar la culpabilidad de Calderón en la actual sangría nacional, llamar a todo el pueblo trabajador y los ciudadanos de a pie a la lucha frontal contra la miseria. Esa es su gran importancia.

La gran movilización del 1º de septiembre, debe proyectarse hacia lo que queda del año, la toma del Zócalo es fundamental, tomar la plaza, así como los indignados y como la juventud chilena. Los neoliberales no se detendrán si no somos dignos emuladores de los grandes paros nacionales en Europa y de la juventud chilena y hondureña de estos días.

¡¡Hacia adelante Camaradas… vamos a ganar!! La contundencia de esta movilización de septiembre debe proyectar al movimiento para ganar un presupuesto popular o imponerlo mediante la fuerza organizada de los millones de damnificados por el neoliberalismo, vamos contra las barbaridades de los diputados de la Cámara que se atreven a patrocinar empresas millonarias con el pretexto pueril del estímulo a la inversión extranjera directa y los mitos de la productividad y la competitividad neoliberales.

Septiembre contra las reformas estructurales, noviembre por educación, cultura y ciencia, alimentación, recursos para el campo, vivienda, recuperación de la energía eléctrica, por aumento emergente de salarios y por puesto de trabajo para la población económicamente activa y reinstalación de los despedidos, etc. Contra la militarización, menores recursos a las fuerzas represivas. Diciembre para preparar las movilizaciones y las grandes peleas del 2012. Vamos por la solución a las huelgas mineras y al conflicto en Mexicana de Aviación. Por la solución de fondo a las demandas del SME, RTP, Braceros, Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, contra los megaproyectos neoliberales, ¡¡Ni un rechazado más!!, por solución a los migrantes, etc.

La más importante de las tareas es organizar a los proletarios, obreros, trabajadores, campesinos, indígenas, pequeños comerciantes, colonos, trabajadores de la educación, universitarios, estudiantes, jóvenes, mujeres, niños, ancianos, soldados-marinos-policías de base. Organizarnos en asambleas populares, en colectivos y concejos para tomar las decisiones importantes para la protección de nuestros intereses como explotados y oprimidos que nos organizamos ¡Por fin! Para nuestra emancipación y por la revolución proletaria.

Hoy debemos frenar a los oligarcas, mañana debemos derrotarlos y terminar con la miseria, con la explotación del hombre por el hombre. El 1º de septiembre, como debe ser el conjunto de la ruta de la lucha de clases desde el 2009 hacia el 2013, son por la revolución proletaria. Todos los caminos de la lucha de clases contra la dictadura “democrática” o fascista de la burguesía conducen a favor del pueblo, a la dictadura revolucionaria del proletariado, que es la más amplia democracia de las masas populares y la restricción de la democracia para los explotadores y opresores. La descomposición actual de la sociedad exige el inicio de una nueva historia y una nueva forma de organizar a la sociedad humana.

Fraternalmente:

 Partido Comunista de México (marxista-leninista)

 Frente Popular Revolucionario

 1° de septiembre del 2011.

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